Marta y Jorge son amigos de Cristina. Él, de Madrid (y del Atleti) de toda la vida; ella de Montblanch, de donde dice la tradición catalana que surgió la leyenda de Sant Jordi y el dragón, pero afincada en la capital. El caso es que ambos dos, emigran de estas tierras tan inhóspitas para el emprendedor de a pie rumbo a Albion, suponemos que en busca de más dragones.
Todos sus amigos se reunieron para despedirlos y Cristina y Juan Antonio optaron por darles de recuerdo un dibujo de ambos dos con algo de la capital de fondo… y un san Jorge con un dragón.
Y aquí está el resultado.