La Triple W nos presenta al candidato electo para el cargo de administrador, pero ¿cumplirá su programa electoral?
Como viene siendo habitual últimamente en los shows de La Triple W (no tanto como los de Level One), dan tanto de sí que resumirlos en una sola publicación es bastante complicado.Sin embargo lo voy a intentar, aunque ya aviso de que va para largo. Luego no os quejéis.
Me gustaría añadir que para esta ocasión estreno cámara: una flamante Canon EOS 5D Mark III. Si vosotros no apreciáis el resultado, yo os digo que sí que aprecio el proceso de fotografiado, que me permite subir velocidades y sensibilidades para luego tener muchísimas más fotografías que no querer borrar y tirarme horas y horas delante del ordenador como un idiota haciendo la selección. Menos mal que quizá me pasé un poco abriendo el diafragma y eso hizo que pudiese desestimar un buen porrón de fotos (algunas mejores, otras peores…) y es posible que de las que pongo por aquí haya alguna que no tenga la nitidez-de-la-muerte, pero bueno, era la primera vez que usaba la cámara «en serio» y aún le estaba pillando el punto al enfoque. Sea como sea, si no os gustan, con no mirarlas… 😛
Pues vamos al meollo. Este show se llama «El Elegido». ¿y por qué? pues porque tras la Jornada de Reflexión de Level One, hubo las pertinentes elecciones a administrador general de La Triple W. De todos los candidatos parece que el gato al agua se lo llevaban o bien Pablo Mezquitas de Podemos (pero del verbo «podar», ojo) o bien Bernardino Craven, representante de 2KeySports. Precisamente fue este último quien salió victorioso en los comicios. Sí, lo reconozco: yo le voté.
Así pues, tras la correspondiente presentación del show por parte del siempre glamouroso Nathan Young (mirad el gif, mirad…), Craven hace acto de presencia para su sesión de investidura con la «chaqueta reglamentaria» (sí, hay una chaqueta oficial de administrador sin la cual no se administra una mierda) y procede a leer todas las bondades y promesas que presentó en su día en el programa electoral: que si un nuevo título, que si bajar el precio del merchandishing, que si más chicas luchadoras… todo ello sellado ante notario… pero para acto seguido cagarse en él y marcarse un Rajoy en toda regla. Vamos, que de lo dicho, ni pío y que además va a hacer todo lo contrario: cobrar por entrar, subir el precio de la cerveza y el merchandishing… vamos que a poco más y lo linchan, pero justo antes de vestirse con la chaqueta de administrrador irrumpe en el ring… ¡¡¡Pablo Mezquitas!!!
Y claro, el público se viene arriba. Mezquitas, ni corto ni perezoso le planta a Craven una moción de censura y éste le dice que verdes las han segado. Vamos, que ya podía haber ganado en las urnas, pero que si quiere, ya que están en un ring… pues bueno, se lo puede jugar a las tortas. Y como Craven administra pero lo que es soltar galletas no lo hace ni a la hora del café, le planta delante a Samoa Fénix que viene eufórico después de su anterior triunfo en el show de Level One.
A Mezquitas no le queda otra que correr, y pese a plantarle cara, el samoano termina por vencerle; como no se ha podido terminar la investidura de Craven, se anuncia que ésta tendrá lugar al final del evento. Nos toca esperar.
Total, que tras el combate, bastante rápido, a modo de introducción al resto, aparece Rod Zayas luciendo la bandera de Madrid a modo de capa y reclamándolo como suyo. Madrid, digo; no la capa, que esa sí que es suya. Desde lo alto del ring desafía a cualquiera que tenga los bemoles para enfrentársele porque él, dice, sigue siendo el mejor luchador de la Triple W.
Pues mira tú que sí que hay alguien para darle réplica: Caretaker, totalmente reincorporado al roster después de los desmanes que tuvo con Koajim Echeverría (que por cierto debe estar disfrutando de un retiro en las Seychelles). Pues nada, el torero contra el toro. De nada le sirve a Zayas ensayar el pase Verónica sobre el cuadrilátero porque termina yéndose por puerta chica y con las orejas gachas cuando, después de un intercambio de contundentes bofetones, el del bigote pretende huir del ring y es, nada más ni nada menos, que hostigado por un espontáneo. Bueno, que de espontáneo tiene poco: Byron Savage, que estaba escondido entre el público con una camiseta rosa chillón que ya la quisiera el mismísimo Wally y sale para devolver a Zayas a los guantazos de Caretaker.
Zayas pierde el combate (y de paso un poco de dignidad, todo hay que decirlo) frente al Miura, que ha pasado de ser un heel en toda regla a ser uno de los buenos y es aclamado por el público entre vítores que piden el bigote y la oreja del otrora Blood Brother.
Y hablando de Blood Brothers… pues para el siguiente combate tenemos al que faltaba: A-Kid, con su maletín recién ganado en el Total Rumble V. Su contrincante: Yunke, el Verdugo. Y sus posibilidades, pues parecían mejores. Los saltos y acrobacias al final poco tienen que hacer contra los rijostios bien dados, y el encapuchado termina por tumbar al niño anónimo cuando parecía que éste lo tenía ya todo hecho.
Pero la cosa no acaba ahí… cuando A-Kid está tirado en el suelo, aparece de pronto el campeón (uno de todos los que hay) de La Triple W: Lukas Skott con el título de pesos pesados en la mano. Mientras el chico está inconsciente, LSK, con un árbitro de su barrio, se tumba sobre él y a cuenta de tres, gana un combate que nunca ha tenido lugar, pero que le permite simular el canje del maletín por el título. A-Kid se recupera y empiezan a increparse: que si tú eres un tramposo, que si tú un imberbe, que si molo más, que si tú eres un mierda y vas a ser peor que yo… un infierno. Momento épico cuando LSK se quita la camiseta y debajo lleva un traje como de Venom (bueno, de Spiderman negro, aunque no del simbionte) convirtiéndose en antagonista del niño aníonimo, que recordemos se disfraza de Hombre Araña, aunque sólo de cintura hacia abajo.
Aprovechando el estupor del jovenzuelo, LSK le casca unas cuantas tortas y le vuelve a dejar tirado en el suelo. Mala tarde para el niño anónimo, pardiez.
Tras el descanso de rigor, comienzan los combates por los títulos oficiales. El primero, el de las parejas. O mejor dicho, el de las parejas frente a grupos, porque es lo que toca: Elvis Harrison y Orion, los dos heels más carismáticos del roster, se miden los caretos frente a los Project Rangers. A todos; olé sus narices.
Y es aquí donde comienza el drama. Cuando estaban todos fuera del ring reventándose a puyazos, Lechuga (o Project A, el verde) salta desde la esquina sobre todos ellos en un brinco fatal que termina con el luchador tirado en el suelo gritando como cochino en matanza porque se ha debido escojonciar una pierna. Se hace el silencio, enseguida llegan las emergencias. Lo sacan de allí a rastras entre aplausos y hasta algunos de los asistentes del público llaman a algunas ambulancias. Los luchadores, Projects y EH&O se miran perplejos porque el leñazo ha sido mediano.
De repente, el público se levanta y al grito de «¡Por Lechuga!» el combate se reanuda justo donde se había quedado, con los cuatro rangers restantes turnándose para dar y recibir los consabidos cocorrones. No pueden faltar la ruleta de bofetadas de Orion que esta vez recayó sobre Mostaza y los bulldogs de Harrison contra todo el que salía el ring. Tras un rifi-rafe macanudo, Ketchup salta del ring sobre Orion dejando a Mostaza en el ring junto a Harrison, que le pilla en un renuncio por la espalda. De pronto… ¡¡¡Oh sorpresa!!! Lechuga reaparece en escena renqueante y con la pierna vendada. La gente se viene arriba, pero cuando parece que va a dar el relevo a Project X… el cabrón va y se queda mirando mientras Harrison termina la cuenta de tres y gana el combate… ¡¡¡Ah traidor!!! ¡¡¡Cómo nos ha engañado a todos el escarolo!!! Que se quita la camiseta y luce un flamante logo de Level One además de sanar «milagrosamente» la pierna tullida. Total, que ahora Elvis y Orion son tres y los Project uno menos. Nueva interesante línea argumental de traiciones y felonías.
Tras el numerito multicolor, llega el main event. El combate por el Título del Campeonato que enfrenta a dos antiguos de KAOS, Lukas Skott contra Ruky, quien cuenta con el mayoritario apoyo de la afición. Como antiguos buenos amigos, no falta el intercambio de opiniones sobre la barra de un bar y la lluvia de cerveza sobre el público asistente. Al final, Skott vence a Ruky, porque cuando éste le iba a hacer una swanton bomb (lo que viene a ser caerle encima a uno) aparece Paolo, el amigo de los niños, y le retiene, ocasión que LSK aprovecha para endiñarle un rodillazo y llevarse el combate.
Ruky se ensaña entonces con Paolo y se enzarzan los tres con el resultado de LSK atontado sobre la lona y los otros dos haciendo mutis mientras se endilgan unos cuantos bofetones. Aprovechando la semiincosciencia del de la cresta, suena la música que anuncia a A-Kid (qué previsible devolverle la jugada) pero no, quien aparece es ¡¡¡A-Stiles!!! con el uniforme de A-Kid (¡¡viejo anónimo!!¡¡viejo anónimo!!) y con un maletín en la mano intenta liar a Edu, el árbitro, para el canjeo por el título. Lógicamente, la farsa no cuela y Edu dice que no, y aunque Asti-kid pretende una cuenta de tres sobre el tendido LSK, éste se zafa y huye título en ristre.
Y llegamos, por fin, a lo que parece el final del show con la continuación de la sesión de investidura de Bernardino Craven, aplazada al principio por la aparición de Mezquitas. Ahora que justo cuando Nathan Young iba a investir (dejemos lo de «embestir» para Caretaker) al nuevo administrador, de entre el público resurge entre vítores nada más y nada menos que… ¡¡¡Coajim Echevarría!!! que resulta que no estaba en las Seychelles sino en el bar de la esquina escuchando el show con un transistor y ya no aguantaba más la tropelía.
Vuelven los exabruptos entre el recién llegado y el antológico administrador, que reconoce que hizo cosas mal pero que lo que pretende Craven es sentenciar a muerte a la Triple W y pese a la oposición de Craven a renunciar a la investidura. Coajim le increpa a un ¡juicio por combate! ante lo cual, BC no puede negarse y desvela a su aliado en la gestión que no es otro que el Padre Paolo, más bien Paolo a secas, que reaparece en el ring tras su breve altercado con Ruky. Coajim también tiene un campeón… Hades, liberado ya de su alianza con KAOS y rehabilitado como luchador amigo del público (hay que joderse cómo cambian de bando).
O sea, que cuando pensábamos que esto acababa, pues tenemos un combate más, en el que Hades vence a Paolo después de que éste en un arranque de furia empezara incluso a desmontar el ring, alegando que estaba ya hasta las narices. La pelea acaba, pues, con el cuadrilátero a medias.
Parece que a Craven la victoria de su rival no le importa, y como administrador electo en funciones le echa en cara a Coajim que a ver quién le va a secundar con el historial nefasto que tiene a las riendas de La Triple W. Pero mira tú que ya se sabe eso de que más vale lo malo conocido que… y de pronto empiezan a aparecer luchadores para reforzar el apoyo al «ex-administrador»: Banshee, Byron, Projects, Ruky, A-Kid, Astiles… incluso Caretaker, que fue destituido por Coajim sube para olvidar antiguos rencores y darle su apoyo junto al resto y que es precisamente quien amenaza a Craven para que éste salga por peteneras del cuadrilátero. Edu inviste a Coajim nuevamente como administrador en lo que se presenta como una nueva etapa en La Triple W.
Ah, bueno, que justo al final vuelve a aparecer Pablo Mezquitas, que felicita a Coajim y le ofrece lo que era su mejor baza electoral: el Campeonato Extremo de La Triple W… un nuevo título en juego. Y para celebrarlo, Coajim anuncia que este título conocerá a su primer campeón el próximo 11 de julio… porque será entonces cuando se celebre la tercera edición de… ¡NO RULES DAY!
Y bueno, creo que con esto ya ha sido suficiente, que hoy he escrito casi más que fotografías hay. Antes de despedirme, dar las gracias a La Triple W por el show y por publicar la crónica tan pronto, porque sin ella yo no me acordaría de la mitad de lo que cuento yo aquí. También hoy, porque vosotros lo valéis, aprovecho para colgar aquí los videos de las dos partes del show para que seáis testigos del despliegue de medios que hace esta fantástica gente.
Y cómo no, recordaros que además de las fotos que aparecen aquí, esta vez sí que hay MUCHÍSIMAS MÁS en la galería de Flickr, por si queréis verlas o descargarlas desde allí.
Gracias por la paciencia y hasta la próxima, Triple W.