Ha llegado el verano, y el calor, y las vacaciones, y, por supuesto, la hora de darse garbeos por el mapa, cámara en mano, obviamente.
Inauguro mi periplo vacacional descubriendo el norte de España; esta vez de camino a Euskadi (y aledaños), asignatura pendiente que tenía desde hace tiempo.
En apenas una semana, hemos recorrido bastantes sitios, y las fotos son bastante numerosas y, por qué no decirlo, en alto grado repetitivas. Es por eso que he tenido que cribar muchísimo para dejar sólo una pequeña muestra de lo que hemos visto y vivido en esta breve y ajetreada «casi-semana», y es por eso que voy a ir publicándolas por «fascículos», para hacerlas algo más amenas.
Aprovecho la ocasión para disculparme ante los que quieran ver aquí muestras de paisajes y fachadas y vistas típicas, porque esas las he dejado para el Facebook, y no tardaré en subirlas. Para el blog me guardo las atípicas o las curiosas, que más que retratar las ciudades retratan un poco las sensaciones que recogimos de ellas.
Nuestra primera parada recaló en Vitoria, donde apenas estuvimos un día, pero tiempo suficiente como para dejarnos patentes que pese a no ser una ciudad grande, sí que es una ciudad imponente, llena de recovecos entrañables, pulcra y ordenada, tranquila, sosegada y, bajo mi punto de vista, envidiable (ah! bendito carril bici…)
Querría reseñar y elogiar a quien compita (que no lo sé) por la iniciativa del refugio municipal para gatos abandonados, un lugar de recogida para estos pequeños animales que tenemos la desgracia de encontrarnos tantas veces en tan precario estado. Espero que la operación de «patines» llegue a buen puerto. De nuevo, enhorabuena por semejante iniciativa, ya que considero a los gatos (bueno y a todos los animales abandonados) como los grandes perjudicados del despotismo humano y son estas pequeñas muestras las que dejan ver que en algunos momentos la sociedad no merece ser completamente destruida por un fallo del Gran Colisionador de Hadrones o una invasión de destructores alienígenas…
La siguiente parada: Bilbao.
Directo al grano y bien escrito! ¿Por qué no todo el mundo sea así?